Maratón #4 - ¿Cómo ser uno mismo y no morir en el intento?

(O  cómo ser cada vez más uno mismo 

viviendo en el intento.)

Foto por Jim Jackson desde Pexels

   Ser uno mismo es ser el que eres en un momento dado.
   Ser uno mismo, visto como un proceso y no como algo fijo, implica Ser en relación al mundo, las personas y circunstancias que atravesamos en un constante y cambiante presente.
   Entonces ser uno mismo, significa que eres el que está viviendo este momento. Sí, ahora mismo, que estás leyendo este artículo. Un organismo único, consciente de sí mismo (Identidad), con un conjunto de características que hacen que seas alguien irrepetible.
   Parece obvio, ¿cierto?

     Uno de los problemas para "ser uno mismo" es que una vez que hemos definido nuestro Yo (más o menos entre la adolescencia hasta la juventud), no nos damos tiempo a saber quiénes somos con mayor profundidad y nos quedamos con una idea más o menos real del que creemos que somos.
   Traemos un conjunto de enseñanzas de la infancia que las dejamos o mantenemos "como si fueran nuestras" y agregamos otras, hasta luego que la maduración orgánica se estabiliza y el espejo nos muestra que ya somos adultos corporalmente maduros, que nuestra sexualidad se ha hecho presente en nuestros cuerpo y en nuestros deseos, modelando este "Yo definitivo" entre los 18 y 25 años (dependiendo de cómo es tu maduración y de qué género eres).
   Luego vamos entrando al ruedo de la vida y entre el proceso de independizarnos, de formar familias y ocuparnos de nuestros trabajos, nos queda poco tiempo para fijarnos en nosotros mismos, en quiénes "vamos siendo" a lo largo de los años en los que cambiamos imperceptiblemente.
   Entonces comienzan a  llegar los momentos en los que nos damos cuenta de repente que dejamos un montón de cuestiones "propias" en el camino y que ya no somos lo briosos jóvenes, si no personas maduras a las que les cuesta hacer o retomar lo que antes hacíamos. Llegan esos momentos en que descubrimos que nuestro cuerpo ha cambiado de nuevo. Y llegan otros momentos en los que también descubrimos que hemos dejado de lado a alguien, otra vez, a nosotros mismos.
   Ser uno mismo no sólo implica un conocimiento profundo de quienes somos. También significa una tarea que nunca cesa. Y no cesa porque seamos incapaces de abarcar lo que somos, si no que al crecer tenemos que realizar adaptaciones y darnos cuenta de ellas, además.

¿Qué podemos hacer para no morir en el intento de ser uno mismo?
     Gracias a nuestra naturaleza, contamos con un proceso que es capaz de ayudarnos en esta tarea. El proceso que siempre estará con nosotros acompañándonos durante toda la vida, será la posibilidad de actualizarnos.

   ¿Cómo funciona?
     Nos envía señales todo el tiempo. Te doy algunos ejemplos:
   Se encarga de nuestro "mantenimiento" corporal, sentimos sed como una nueva actualización "necesitas beber algo" o sentimos cansancio y nos damos cuenta de que "hemos gastado mucha energía para que no sigamos trabajando". Se encarga de nuestra reparación cuando dormimos o cuando cura nuestras heridas. Pero dejemos estos aspectos biológicos y vayamos a lo que también puede hacer por nosotros en lo que nos importa ahora.
   Se encarga de avisarnos cuál es nuestra vocación, qué música nos gusta, cuándo nos enamoramos, cuándo nos traicionamos, cuándo dejamos de lado algo que es importante para nosotros. Nos avisa que esto es para nosotros o que aquello no o que lo otro puede ser y deberíamos probarlo. Es decir, es una tendencia inherente a cada uno de nosotros que todo el tiempo nos ofrece una guía, la más perfecta guía para ser nosotros mismos. Y esa guía, cuando la usamos para decidir, nos permite orientar nuestra existencia de acuerdo a lo que realmente somos.

     Entonces, ¿qué tenemos que hacer?
   Pues comenzar a estar atentos a lo que emerja dentro de nosotros mismos. Pueden ser muchas cosas distintas, tantas como necesites "actualizar", tu sabiduría interna se comenzará a expresar y a comunicar ni bien se lo permitas.
   Algunos ejemplos de cuándo te actualizas:
   Puede ser que veas una foto de un ser querido ausente y te conectes con una emoción. Ni bien la notas y la vives, la emoción se convierte en un proceso en marcha. Que se está actualizando. Terminará cuando comprendas esa emoción, porque ella cambiará a otra, como puede ser una sensación de paz, etc.
   También puede que la actualización sea respecto de un cambio en tu imagen corporal. Lo notas, lo aceptas y luego decides qué hacer con eso.
   Se puede tratar de darte cuenta que una actitud que has tenido hasta ahora como normal, la sientes distinta. Ahora sientes cierta incomodidad en mantener esa actitud como está. Entonces buscas las modificaciones necesarias hasta que no implique incomodidad. La actualización de revisar esa actitud se ha resuelto.
   Puedes darte cuenta de que algo que creías de niño sobre tu persona no era así y logras reemplazarlo por un valor nuevo que es adecuado a tu presente.

   Si vives actualizando a tu persona cada vez que sientas que es necesario, serás más el que realmente eres. Y en vez de morir en el intento, comenzarás a vivir en el intento de ser cada vez más la persona que realmente estás siendo. ¡Y te aseguro que lo serás!

     Algunas de estas actualizaciones, pueden constituir crisis, angustias, tristezas. Y a veces no estarás en condiciones de hacerlo en la soledad de tu intimidad. En esos casos te recomiendo buscar la ayuda de un ser querido incondicional, de un coach, de un counselor, de un orientador, de un pastor, de un psicólogo o de un psiquiatra que te facilitarán estos procesos necesarios y no tan sencillos de hacer por uno mismo. Te aseguro que no hay nada mejor que sentirte apoyado por otro ser humano ya que este proceso una vez que haya terminado y se haya integrado a tu persona, será como un logro inolvidable.
   Deseo de todo corazón que este artículo sea tan claro como el tema lo merece y así puedas comenzar sistemáticamente a ser una persona comprometida con tu desarrollo. La calidad de vida después de esta experiencia, no se parece en nada a vivir sin un sentido superador.
   Puedes comentar aquí o comunicarte conmigo si necesitas alguna aclaración o proponer alguna idea para desarrollar en esta Maratón.
   ¡Te doy un cálido saludo!

P/D: ¡Gracias Lucía por esta propuesta y la próxima! (No me la hiciste fácil, jaja).